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ÉGLOGA V.

Menalcas invita á Mopso, un joven pastor, á tocar y á cantar. Mopso satisface su deseo y canta la canción fúnebre de Dafnis, el pastor ideal. Menalcas compite con él, cantando á su vez la apoteosis de Dafnis. Ellos se elogian mutuamente y cambian recíprocos presentes.

En la introducción, que contrasta con la de la Egloga III, porque es un cambio de cortesías y no de reproches, Virgilio imita el primer idilio de Teócrito; en la contienda del canto, los idilios sexto y noveno, y estos mismos, hasta cierto punto, en la conclusión. El asunto de las canciones recuerda el primer idilio, donde Tirsis canta las últimas horas de Dafnis, el héroe de la mitología pastoril, el amado de las Ninfas y la víctima de la cólera de Afrodita. La historia, que ha sido relatada de varios modos, parece haber sido tomada por Virgilio de la fuente á que acudieron los

demás narradores. Lo que la historia tiene de Virgilio, favorece la idea de que Dafnis representa otra persona; de otra manera no habría objeto en imaginar una apoteosis para él. Si hemos de buscar á qué persona se refiere, ésta debe ser, sin duda, el dictador César, opinión muy corriente en la época de Servio, aunque Suetonio nos asegura que se refiere à Flaco, el hermano de Virgilio, y Servio agrega que otros piensan que se trata de Quintilio Varo (Hor., Od. I, 24), y otros de Dafnis. La apoteosis sería extravagante en el caso de un individuo particular; pero corresponde suficientemente bien á los honores decretados á César poco después de su muerte, á la colocación de su estatua en el templo de Venus Genetrix, al cambio de nombre del mes Quintilius por el de Julio, y á la conmemoración de su nacimiento en el calendario. En la Égloga precedente, el mismo Virgilio se ha mostrado dispuesto á celebrar la regeneración social y política bajo imágenes pastoriles, y en la Égloga IX, 46, donde la mención de Dafnis, como pastor, conecta, aunque ligeramente, con el presente poema, ha hecho ver su simpatía por César en particular como patrón supuesto de los pastores. El símbolo es simplemente el resultado de la identificación del poeta con el pastor; las personas y cosas que afectan al primero, se describen como si afectaran al último, justamente como Galo, en la Égloga X, que siendo el amigo del poeta pastor, ha sido hecho pastor él mis

mo; así es que sosteniendo que las Églogas son simbólicas, no estamos obligados, como piensa Keightley, á sostener «que Virgilio, que fué tal vez el menos original de los poetas de la antigüedad, fué el inventor de nuevas especies de poesía.»

Al mismo tiempo no debemos estar ansiosos, como ciertos críticos mencionados por Servio, de encontrar la significación de cada detalle y ver si los leones y los tigres representan á las naciones subyugadas por César, y los hermosos rebaños que Dafnis alimenta, al pueblo romano.

La fecha de la Égloga solamente puede fijarse con referencia á la II y III, que son anteriores á ésta; pero podemos conjeturar que fué escrita poco después de la orden dada por los triunviros, para conmemorar el nacimiento de César el año 42 [Thilo señala, además, que Cornificio, que criticó el verso 36, murió el año 41]. Virgilio parece identificarse con Menalcas, como en la Égloga IX. Servio encuentra que Mopso es Emilio Macer, un poeta de Verona. El escenario es una vez más de Teócrito. Por lo que toca á la estructura del poema, véase la introducción de la Égloga VIII.

1-18. Me. ¿Quisieras que cantásemos y tocásemos aquí á la sombra?-Mo. Ó en la gruta tal vez.-Me. Tú solo tienes un rival.—Mɔ. Pero él rivalizaría con Apolo.-Me. Empieza una de tus canciones favoritas. -Mo. Tengo un poema nuevo; apostaría cantándolo

contra cualquiera de los de mi rival.-Me. No pienses en él. Nunca lo compararía contigo.

1. Menalcas es Virgilio, tanto aquí (vs. 86 y 87) como en la E. IX, así como Títiro lo era en la E. I. Teócrito, VIII, 4, dijo: «Los dos blondos, los dos jóvenes y ambos hábiles tocadores de flauta y cantores.»> Con <boni» igual à «hábiles. Compárese la Eneida IX, 572. <Hic iaculo bonus.» «Boni . . . . . . inflares como præstantior.... ciere.» Eneida VI, 164. Semejantes grecismos abundan en Virgilio. Pueden explicarse considerando el infinito como un nombre. Véase G. I, 213.

......

2. Así en Teócrito, I, I. Tirsis es hábil en cantar, el cabrero en tocar la flauta. «Dicere,» usado en lu gar de cantar. Hor., I, Od. XXI; III, XXVIII.

3. «Consedimus» está apoyado por [Servio, la Escolia de Berna y] todos los M.S.S. de Ribbeck, excepto una corrección del Gud. «Considimus» fué introducido por Heinsio [y aceptado por Conington y Haupt].

El presente aparece muy usual [á lo menos en un coloquio] en Plauto, Amph. I, I, 253. «Cur non introeo in nostram domum?» Cic. II, Fam. Ep. 7. «Cur ego non adsum?» También «quin» se encuentra usado con el presente de indicativo.

Hic corylis mixtas inter.» Servio explica la construcción del pasaje. «Cur non Mopse hic consedimus inter ulmos mixtas corylis, etc.» Véase el uso

de la preposición «inter» cuando se une à verbos de movimiento, ó cuando indica el lugar adonde se dirige la acción, en la nota de Heyne al verso 54 de la Égloga I: «hic inter flumina nota.»

D

[«Tu maior; id est vel natu, vel merito, dice Servio].

5. «Motantibus» es la lección de todos los M.S.S. de Ribbeck, y es más poética que «mutantibus,» que Heinsio aprobó y Burm introdujo tomándola de algunas copias.

Encontramos «succedere sub> en César Bello Gal., I, 24 (donde significa subir á una montaña), como «ascendere ad; pero probablemente Virgilio, al escribir el verso 5, pensó que alguna otra palabra siguiera á <sub umbras.>

Mr. Benoist, siguiendo á Wagner, dice que «incertas umbras» equivale à «umbras tremulas,» y recuerda el v. 101 de la Egloga V de Calpurnio: «et tremulas non excutit Africus umbras.»

Servio hace notar que «succedere, seguido de un dativo, es de un empleo antiguo y frecuente, y recuerda la Eneida VII, 501; VIII, 123, y Suetonio.

6. Mopso sugiere modestamente que la cueva sería preferible.

7. «Labrusca,» vid silvestre, la nuɛpis ǹßœ@бa, que crece sobre la cueva de Calipso. Homero, Od. V, 69. «Vé, allá lejos está la cueva cubierta por la vid silvestre.>>

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